Meditación diaria: de quimera a fruto madurando
Del cómo vengo a hablarte No crecí sabiendo que la meditación existía como crecen mis hijos. Tampoco fui precoz en mi crecimiento espiritual, y quizás por eso escribo ahora estas líneas, porque hasta hace bien poco no he encontrado la forma de meditar a diario. Te adelanto que en estas …